miércoles, 20 de julio de 2016

CUENTOS PARA IMAGINAR






Hola, simplemente lee, mira, y disfruta los colores de este blog. Eres Bienvenido.

La vida es un arte.

Miré a través del cristal de mi ventana, aquella que posó su boca la niña que ríe todo el día, la niña que ama sin preguntar erizando mi piel cada vez que me dice..."te amo". La niña que es feliz en la vida, por la vida....mi hija, la luz de mi existencia.


 Es Otoño, la estación para mí más quisquillosa y traviesa, no sabes si hará frío, si lloverá, ..este señor Otoño,  que coarta tus gustos femeninos al desear usar en un día cualquiera, ese atuendo que es el que más te acomoda, o el que más te hace atractiva , si , este Otoño,  no te deja libre para elegir... elige por tí.   Esta , la estación más incierta  y bella , se deja amar, se deja caer así , de a poco , inundando con su presencia a través de las hojas , aquellos calcetines  de cada árbol caduco existente en la tierra. Sí, es Otoño, aquel que viene tan lleno de sorpresas, como si fuera el sol, como si fuera la lluvia, las nubes oscuras; como si fuera la vida, como si fuera yo misma....

Han pasado ya 60 años de mi existencia ya robusta, aún  tímida, risueña, fanfarrona y dulce. Han pasado 30 desde que alcanzo a recordar que el fruto maduro golpeó mi cabeza, y hoy, aunque no tan maduro tal vez , mi ser existe como los copos de nieve que  livianos bailan acompasados sobre la línea casi derecha de mi vida,  aquella que seduce, imagina, canta  e inventa.

Desde el inicio de  mi existencia, mi recuerdo adosado en mi mente es  mi hogar,  siempre hubo una mesa donde el mantel bordado de colores era el despertar de cada día para ir a la escuela.   Mis hermanos hacían su vida, una en sus estudios y en sus paseos nocturnos, el otro  un ser sin sombra, inquieto y solo....y yo,  observando, viviendo  y cantando como siempre hice desde pequeña, porque para mí la vida era una canción, acompañada  de la melancolía que siempre sentía, esa sensación de querer transmitir mi felicidad a través de mis cantos de notas tiradas al aire, de mi risa, de mis inventos infantiles los que nadie miraba, nadie escuchaba sino yo misma, que ideaba con mi imaginación infinita mis juegos, mis canciones, mis disfraces, sintiendo el placer de vivir dentro de ello lo mejor de mi niñez.


Una noche llegó a nuestra mesa un señor desconocido, de lentes grandes y espesas cejas, nariz filuda y elegante.   Era una de esas  tantas veces de cuando somos pequeños, que sin tener conciencia, simplemente nos sentimos  ignorados, somos sombras o fantasmas. Mi mamá reía coqueta y mi papá abría botellas,  tantas veces como reía, servía su copa, y  cada vez con más entusiasmo y risa.
Miré a aquel hombre de nariz filuda, yo calculo de unos 30 años,  el que  de tanto en tanto respondía a  mi mirada tan asombrada y sorprendida,  con una leve sonrisa amable y dulce, la que junto a sus ojos, me hacían sentir el cariño de mi padre.
 Por la calle cada cierto rato se escuchaba el paso de las carretelas, y al señor que prendía algunos faroles, o al que vendía  motemei...y eso, no hace tanto !...hace sólo 55  años.

Mis padres no notaron la complicidad de miradas con este señor para mí tan peculiar, seguían en su tertulia desdeñados a mi presencia.  Mi madre seguía con sus coqueteos y mi padre insistiendo con el vino, creo yo, . Si mal no recuerdo, mi padre acabó con las botellas que habían en un mueblecito del pequeño living. Yo me fui a mi pieza, volteando para entregar  otra sonrisa al señor, pues su cara me agradaba infinitamente.   Me retiré a dormir, aunque, volví nuevamente para mirar a aquel personaje otra vez. Estaba sentado de espaldas a mi puerta, por lo que yo  podía mirar tranquilamente y escuchar lo que conversaban. Aquel hombre irradiaba tranquilidad, amabilidad y honestidad, no podía dejar de escuchar su voz, y me emborraché de sus sonidos, a veces hablaba,  a veces silvaba, y en los silencios que encontraba para hacerlo, cantaba.. Me llamó la atención algo....no probó la comida de mi madre.

Al otro día, salté de la cama, había que ir a la escuela, lugar que me desagradaba profundamente por las personas que formaban parte de ese lugar.  Ya me habían dado coscorrones  en mi cabeza, sintiendo la rabia y la amargura a través de la mano de la profesora que tenía por costumbre dar coscachos a diestra y siniestra,  desconozco el motivo, lo que jamás conté a mi  madre, y lo que aún no sé , es  el por qué no me referí a ese episodio a mis 6 años,  ..sino solo hasta que fui mayor.

Me vestí lentamente, lavé mis dientes y cara, y me fuí al desayuno que mi madre ya tenía preparado. El, el señor de la noche anterior estaba nuevamente allí, sentado en el mismo lugar de la noche anterior..mi padre dormía.  El  señor amablemente me saluda con una sonrisa de resplandeciente blanco en sus dientes, no me habló, sólo me brindó su agradable sonrisa otra vez, y su mirada cordial y amorosa.
Vamos chiquita, llegarás tarde!, tomé la mano de mi madre, mi bolsón ,ese de suela dura y pesada, y salí  sin chistar para a la escuela.  Al salir,  el señor se acercó, miró mis ojos con profunda ternura y me dijo....
"Tu, serás cantante, artista, o poetisa, cuidarás muchos niños, y llegarás a cumplir muchos sueños...tal vez pintarás como tu padre, y serás una buena madre, confía en tí" .   Mi madre jaló de mi mano, ya pues!!!

A los años, ya tendría yo unos 30, pregunté a mi madre quien era el  señor de aquellos años. Conversando bajo el parrón de su casa, ella  no recordaba, borré tantas cosas me dijo...- Insisití, en el recuerdo de tantos años atrás, esperando una respuesta evocando a su memoria..  Miró hacia el cielo con sus ojitos seniles, a la espera de sus recuerdos. De pronto y sin prisa, me dice.-  Podría comenzar a recordar ese instante de mi vida.  Fué una de las pocas en que sentí real felicidad. Me acuerdo que tu papá bebió más de la cuenta, y yo quería que Uds se acostaran, así, podríamos estar él y yo en nuestro aniversario número 6.     Y,  Si, me acuerdo de esa noche, dice - Tu papá compró una champagne finísima, que para esos años era inalcanzable, éramos jóvenes , y celebrar años de estar juntos para él era una dicha. Recuerdo que brindamos y cenamos   unas ostras que había traído para esa ocasión , para después de que las niñitas ya durmieran. Recuerdo ese momento, porque el champagne estaba tan dulce y delicioso que tu padre no pudo parar de tomar,  y al final acabó con las 2 botellas! jaja.  De tanto hablar y hablar, esa noche se llenó de  recuerdos en nuestra conversación, y no paró de hablar de su abuelo, le dió sueño y se durmió. -
Me quedé pensando, porque no se refirió al señor que estaba sentado junto a ellos esa noche. La miro con gran interrogativa en mis ojos,  Pero; pero !   y el señor amable que estaba esa noche con uds?, estaba sentado a la mesa y  todo, recuerdas?.....Me vuelve a mirar con sus lindos ojos de mujer madura, y me pregunta...-  què señor ?- No sería otra noche?, no me acuerdo de ningún señor.  No , dice otra vez, éramos sólo tu papi  y yo, y tú,  que revoloteabas por doquier.!! ríe-        Me quedé atónita!...pero, mamá, apunté con gran extrañeza casi volando 25  años atrás!.. Había un hombre allí esa noche!!..-  No mi amor, insiste mi madre, estuvimos sólo tu padre y yo, riendo de tantos recuerdos de su infancia. Me contó casi toda la vida de su abuelo, Don Fipippo Lobos Gandia, un poeta, un cantante de tangos, y pintor por naturaleza. Don Filippo, me dice, tu padre lo recuerda como la más linda persona que haya jamás conocido , con su sonrisa amable, dulce y de blancos dientes....Pero esa es otra historia...
Mamá, ....esa noche, yo ví a un señor sentado en tu living.....



jueves, 12 de septiembre de 2013

Mi mundo Naif

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jueves, 5 de septiembre de 2013

Mi Guitarra y Yo

Desde que nací, o mejor dicho, desde que tengo uso de razón que en mi casa había una guitarra. Entre medio de muchos libros, dibujos y pinceles,siempre se rescataba una guitarra. Como crecí junto a ella, era como si me mirara cada día, y yo, la ignoraba...aunque la veía al levantarme, no le daba la importancia. No sería el momento tal vez , no sería mi interés..
Un día, en una casita de muñecas en mi patio pequeñito, donde mis muñecas repletaban  la única mesita que había en aquella casita , me puse a cantar. canté canté largo rato, hasta que me distrajo el sonido de unas cuerdas. Sí, eran las cuerdas de la guitarra de mi padre,de esa guitarra que , quieta, me observó desde que yo era pequeña, así como si me dijera...tócame por favor.
 Puse atención al sonido de esas cuerdas maravillosas que llegaban a través de la ventanilla de la casita de muñecas, y disfruté con las notas. Salí de la casita, y afuera raramente llovía, yo que había entrado con un sol radiante., ahora llovía. El sonido de la guitarra se mimetizaba  con el ruido de la lluvia, la que gravemente irrumpía en el suelo barroso de mi patio pequeño y dulce.  Titubeé si salir o no,  pero la ansiedad de saber de dónde venían las melodiosas notas de aquellas cuerdas, hizo que me embarrara los únicos zapatos que tenía, y es más, también mis calcetines blanco albo.
Salí lentamente para no dejar de sentir la música, y con mis pies enlodados me acerque al banco antiguo que mi madre tenía en su jardín, así, siguiendo el sonido, llegue  a darme cuenta que la hermosa guitarra de donde venía la melodía,  estaba posada en aquel banco.  Sin explicación siquiera, sentí cómo mis pies mágicamente se desnudaban, cómo el barro se transformaba en pasto, y cómo la lluvia desaparecía para dejar el paso al sol radiante que iluminaba un hermoso carrusel  que flotaba entre nubes rosas y celestes.  Estaré en el cielo? me dije....y me senté junto a la guitarra para observar aquello tan infantil, tan bello, y tan mágico. Mientras la guitarra seguía su cántico cuerdil, pidièndome que algún día la aprendiera a tocar  .Desde ese día, mi guitarra se convirtió en mi compañera, desde aquel día somos Mi guitarra y Yo.

lunes, 11 de abril de 2011

El árbol de los Sueños



Cómo podría saber Diego, que su paseo del último año del colegio sería definitivamente inolvidable?

I


Me miré al espejo como todas las mañanas, pero esta, la del martes 10 de diciembre, día en que compartiríamos un desayuno, sería diferente, En realidad, el último desayuno juntos..con el 4 año de enseñanza media en el colegio, con mis compañeros que venían ya creciendo junto a mí desde el 7mo año básico, y esa mañana teníamos que decidir a dónde iríamos para el paseo de despedida ,el que realizaríamos antes de la gira. Arreglé el cuello de mi camisa, me chanté el polerón diseñado por nosotros, mi curso, para la gira, -poleron que se caracterizaba por una larga lengua roja colgando en la espalda-,(rollinstones), me puse la colonia que mi abuela me regaló ... aunque a veces se olvida y me trae la misma .! Me cepillé un poco mi cabello, -con el cual hasta hoy peleo -, y me fúi a ese último desayuno en el que conversaríamos a qué lugar iríamos aquel fin de semana


Vicho, uno de mis mejores amigos, compañero de la música y de los carretes, gran persona, llegó atrasado ese día, como siempre con su pelo crespo largo y alisado, su sonrisa pegada en la cara,la que parecía decir..!que onda, eheehh?y diciendo su típica frase.." toi chato wn.! vamo a tocar mejor?.o, nadie cacha la música acá, decía, ya que claro, llegando de EEUU donde él fue de intercambio era obvio pensar así, y ver las cosas tan diferentes. La verdad, me gusta viajar, no tengo muchas oportunidades, pero, si tuviera que cambiarme de país,  en verdad no lo haría, mi chilito tiene algo, y eso me gusta.


Diego!! -  Un grito ensordecedor que hizo que todos nos diéramos vuelta, -es nuestro último desayuno! ven a cooperar ya?-insistió con un ademán dictador Rosario.- Y ésta que se cree? sale nica. - dije, y segúi mi camino hacia la sala de música, -bueno a lo que llamaban sala de música-.

 Dieron las 13 hrs,hora de salida, donde los autos se achoclonaban en la entrada ,salida y todo lo que era libre para poner el auto, yo no era muy niñito y aprovechaba el viaje de mi mamá que iba a recoger a mi hermano chico, la que por supuesto se estacionaba donde le parecía, mi mamá, tan especial ella, ha, ejemmm, y además con unas extrañas cosas en su pelo, las que, decía, le enrulaban el cabello, y no había quien no la mirara..pero ella, como que llovía.
Tocando y tocando guitarras y bajos,pedazos de Led, Beatles, Creedence, con el Vicho ,ni nos dimos cuenta de cómo había trascurrido la mañana, ni tampoco nos percatamos del desayuno, ya que tarde descubrimos que no lo habíamos tomado, y es más, las chicas del curso tenían todo organizado., el paseo sería a "El Lago Vichuquen", lugar, situado a unos 110 km al poniente de Curicó, donde el lago con forma de un caimán, entrega su hermosura para adornar las casas que lo rodean. Su nombre "vichuquen" que significa "separado del mar", en mapudungún, y en el que, se dice, habitan las ondinas y las brujas .( Ondinas, sirenas de los ríos y mares ,con cuerpo de humano y cola de pescado), hadas y brujas, buenas y malas)-Las que, también se dice, hacen de las suyas por las noches de luna. Pero bueno, y por qué les narro esta historia,-la que nunca olvidaré-, ya que me marcó hasta hoy, pues aún sueño con lo que viví en aquel lugar. Les cuento esto que no es cuento, porque en ese lago oscuro, donde mi cara se reflejaba por la noche, y donde la magia y la fantasía fueron y son parte de mi vida,tenía que ser contada.- .

II

A mi madre nunca le gustó que salieramos de paseos cuando estabamos en el colegio, temia que nos fuera a suceder algo malo. Al final, las cosas si tienen que pasar nadie se salva digo yo. La verdad, que en este viaje, habría preferido quedarme en mi casa con mi hermano tocando musica, él mi hermano chico, es baterista, y de los buenos, y las horas pasan como si fueran minutos cada vez que nos ecerramos en la salita donde acostumbramos ponernos a cantar, tocar, y a afinar instruentos. Hasta llegan los vecinitos de los lados para escuchar la música que vuela por los aires de nuestro barrio. Hasta ahora nadie ha reclamado.
Vuelvo a lo que comencé, a contarles sobre este paseo, tan increíble que no quiero dejar de narrar, y miren coincidentemente mi madre se llama Ondina, igual que las ondinas de los rios lagos y mares, ella es artista, canta bastante bien, y ocupa su tiempo libre en pintar lindos cuadros..y bueno además de dedicarse los quehaceres domésticos de nuestra casa; mis hermanos y yo debemos tener un poco de ella, la música es nuestra principal entretencion, y no es raro que los 3 hermanos seamos de igual gusto, la música.
Recuerdo que cuando llegamos a vivir al campo, en la región del maule, para nosotros todo era tan nuevo. Mi padre nos llevaba a conocer los alrededores, donde las montañas eran tan impresionantemente imponentes que me hacían sentir pequeño, bueno más aún. Pasó tan rápido el tiempo,crecí tan rápido, terminó el colegio, llegue a la U y ahora en la capital, en la que ya me comienzo a acostumbrar a los ruidos, bocinazos, gritos, frenadas ....la verdad, mi vida cambió, los canticos de las aves y pajaros ya no estaban, cambié de ser un atendido por mi madre, a ser atendido por mi mismo, a arreglarmelas solo la verdad, en fin . Igual estoy contento, estoy estudiando una carrera que me gusta muchísimo, volví a vivr con mi hermano mayor Martín y , quien es hediondo de músico, buen tipo y ya acostumbrado a vivir solo. Transito por las calles como cualquier santiaguino que estuvo ausente durante unos 7 años, y carreteo de vez en cuando, se llama civilización dicen, este Santiago, donde la violencia es innegable en algunos páramos de la ciudad, pensandolo bien, no sé si me quedaré despues de recibido...bueno eso si me recibo.

Llegamos re cansados al lago, en una micro increíblemente cacharroza. Recuerdo que  luego de 3 horas a 60 k/h, camino de tierra larguísimo y aburrido,- se acortó un poco pues  me entretuvo la mirada insistente de Clarisa, una compañera que no me desagradaba del todo-, llegamos a nuestro destino..el gran Lago Vichuquén.

 Serían las 6 de la tarde , un diciembre del 2008, me pregunté cómo llegan a forarse tantos lagos en la tierra, todo era un todo, tan bien organizado, tan bien calculado, la tierra era perfecta, y si era perfecta, por qué nosotros no éramos perfectos? o por lo menos cercanos a la perfección. Había una luna realmente maravillosa, sólo había visto una así en las películas de vampiros...vampiros? me pregunté.  Clarisa me trajo un rico vaso de jugo en sobre...y me invita a comer algunas salchichas que los chicos ya casi comenzaban a asar  en la barbacoa de aquella hermosa casa la que nos habían prestado con bastantes reglas antes.
Caminé hacia ellos sin dejar de  mirar el lago, que aunque no es de los grandes, más bien pequeño, esa noche lo engrandecía la inmensa luna que lo iluiminaba, y también a nosotros que conversábamos y leseabamos contínuamente igual que niños de 4 básico.

 Cada vez que estudio, salgo al balcón del dpto en Santiago,  para airearme un poco y me fumo un pucho...o dos,  y cuando se puede ver luna ; y se me viene a la memoria esa noche en el lago. Mi hermano no para con el piano , y conversamos de música un rato, luego vuelvo a devorarme los libros de Derecho Romano, colocándome los tapones en los oídos para no distraerme y concentrarme en la lectura.

Yo soy un tipo bastante normal,  encontré polola, una bien linda, y me he ordenado una vida de universitario convencido de las labores de mi existencia, pienso que mis padres hicieron de mí un alma tranquila, no confrontacional y con valores podríamos decir...también normales...aunque mi padre dice que él lo único que conoce de normal es La Quinta Normal. Pero voy a mi relato.




III

Estuvimos 2 noches en el Lago, en una casa muy agradable, eso sí, no podíamos meternos en las camas, la madre del dueño de casa advirtió que no estaba para cambiar sábanas de una sarta de chicos para cuando ella ocupara el lugar, pero se solucionó con sacos, y simplemente no nos duchamos en los dos días que estuvimos...por algo estaba el lago digo yo. La noche de las salchichas en el balcón, me acerqué nuevamente para mirar el lago, y la luna posándose en sus aguas. Me quedé largo rato observando, me pareció que había humo sobre el agua, volví a mirar con atención, era un humo extraño, se movía de un lado a otro, rápido, sentí que algo me obligaba a mirar, me temblaron las piernas, pero no de miedo, mi cuerpo sentía una sensación de tranquilidad. Comencé a divisar imágenes blancas , pensé que era la luna, pero luego caí en la cuenta de que éstas se movían aún más rápido .. Mientras más miraba, más queria incrustar mis ojos en ese espejo de agua, pues las imágenes y formas se transportaban de un lugar a otro, convirtiéndose poco a poco en tan hermosas criaturas que ni siquiera pude avisar a los otros chicos, los que ya estarían emborrachados con la cerveza, ...no quería sacar mis ojos de aquel espectáculo tan bello y brillante, eran miles de mujeres flotantes que bailaban sobre el agua. Sin darme cuenta, entré en un mundo irreal, sentí mi cuerpo tan liviano como si fuera de papel, volé, hasta llegar a esa maravillosa luz, donde miles de hadas y brujas hacían una danza de otro mundo. Despacio, me tomaron y me hicieron volar por encima del lago hasta dejarme a los pies de un gran árbol en el que en su copa dormía una hermosa niña. Entré en la cuenta, de que me encontraba al otro lado del lago, pues, desde lejos escuchaba a mis amigos que gritaban mi nombre. Diegooooo!!!!!, y yo nunca tuve ganas de contestar, sólo quería estar, allí, a los pies de aquel árbol, y no sabría decirles porqué.
IV

La niña sólo despierta cuando un jóven yace al pié de su árbol me dijo un viejo que deambulaba por los alrededores,.
 - que? pregunté-
- que de qué? dijo el viejo-
- Ud algo me dijo señor-
-No he abierto la boca ! pero si quiere que le diga algo, es mejor que se ponga a contarle cuentos a la muchacha que duerme en el árbol  para que despierte, ya que le digo altiro, ella, si no despierta, ud jamás! podrá salir del pié del árbol. Además, para todos los demás ud estará desaparecido. _hasta luego dijo el viejo y desapareció entre el fulgor de los rayos de luna que se reflejaban en los arbustos-.
Sentí un hielo que recorría mi espalda, que onda? me dije- El corazón se me salía del pecho , entré en pánico la verdad. Dejé pasar unos minutos para pensar que hacer, mi estado era lamentable, azotaba mis nervios cada vez más, pero....decidí pensar pensar....
_ "debes cantarle o contarle un cuento, algo de tus sueños, algo bello , lleno de esperanzas y amor_"
Sentí una vocesita lejana, suave como la llovizna en un prado de trigo, no había nadie- recordé que alguna vez, en el curso contaron historias de hadas y brujitas que vivían de noche en el lago, de día dormían y de noche se alimentaban de hermosos sueños....los nuestros, y los míos en este caso y en esa noche. !justo a mi ! recuerdo que repliqué tan enojado, con una mezcla de miedo aún, aunque ya estaba más tranquilo.
Estoy en pleno siglo 21, vivo en Santiago,con mi hermano mayor , soy re normal, pero no soy cuenta sueños!....algo en mi me decía que de esta no me salvo, ni siquiera tenía un puchito para calmar aquel instante de sensaciones inexplicables, porque la verdad, no podría narrar lo que sentí, pues esa mezcla de miedo con gusto, era verdaderamente extraña.
Si por lo menos le hubiera pasado a mi hermano Martin, él que sueña tanto, y que vaya que tiene imaginación!. La otra noche mientras estudiaba, sentí que hablaba dormido, puse atención y narraba casi una historia completísima de su sueño. "El enano me muerde! pero te atraparé, volaré volaré hasta cruzar del otro lado!- decía.
Calmé mi miedo, o más bien, se me pasó solo, y sin mayor esfuerzo, comencé a recordar un sueño que tuve cuando era niño. Me salió como un narrador de cuentos profesional, las palabras fluían de mi boca con una facilidad, y las ideas completas nacían de mi mente, traspasando mis nervios cerebrales y llegando a mis cuerdas vocales con una voz nítida, suave, con cada palabra tan bien modulada que no me dió tiempo para impresionarme de mi mismo. El sueño se transformó en historia, en un cuento tan bien hilado, que hoy que me pongo a recordar, quisiera tener esa facilidad para lograr narrar así mis sueños, o por lo menos mis exámenes! , pero no he podido.

" Al fin, volé junto a mis hermanos,el más chico quien, tenía un chupete color celeste, y me pedía que cruzara el río pues lo había olvidado del otro lado. y lloraba desconsolado por su tete. Dudé hacerlo, pues era peligroso volver allá otra vez, ya habíamos escapado de quienes nos seguían, pero volví , volé nuevamente, y volví con el chupete de mi pequeño hermano, quien no podría conciliar sus sueños sin aquel odioso elemento." mi hermano, inspeccionó el tete, estaba entero, me miró,  dejó el tete de lado y se avalanzó sobre mí abrazándome y besándome...yo era su héroe, mi hermano me amaba y yo a él." fin.

V

La bella chica, en cuanto terminé de narrar mi sueño, el que ya no recordaba , abrió los ojos, sus ojos tan negros como la noche sin luna, su cabello tan negro como la cola de un cuervo y su boca tan roja como el labial de mi polola . Era bella, lo más bello que han visto mis ojos, era realmente increíble!...me miró largo rato, creí que me besaría, pero, para mi mala suerte no lo hizo. Comenzaba a amanecer, los pájaros ya empezaban con sus silvidos, y la niebla fría se sentía en mis pies cubiertos sólo con las zapatillas de lona que encontré esa mañana antes de salir a mi tan esperado paseo. La muchacha no bajó del árbol, sólo estiró su largo cuello para seguir mirándome hasta que al fin con una voz suave que jamás escuché ni creo volver a escuchar, con un  timbre pastoso, sensual y melódico, con una mezcla de niña y joven, me miró con una dulzura que sí he visto en mi polola a veces, cuando no está enojada-,
volteó su cabeza bella hacia mí y me dijo:
Gracias a tí, seguiré viviendo un año más, tu sueño lleno de hermosas aventuras, y tan lleno de amor fraternal, hace que mi vida se alargue un poco más. Nunca tuve familia ni hermanos, y hoy vivo de los sueños de los niños y jóvenes que caen a mis pies una vez al año. Desde hoy, podré jugar por las noches, volar, y hacer feliz a los niños que deseen soñar cosas maravillosas y llenas de aventuras y amor. Gracias!- dijo de nuevo, y volvió a cerrar sus ojos  desapareciendo y  mimetizándose con la bruma de la mañana pues ya amanecía.


Epílogo

Me sentí descansado, como si hubiera dormido esa noche, me sentí feliz, aunque pensando que no querría vivir nuevamente aquella extraña experiencia.
Hoy, estoy casualmente inmerso en la literatura, además de estudiar leyes, y leer bastantes libros de derecho. Cuando tengo tiempo, leo cuentos, algunos infantiles, pues me acuerdo de ella, y así, guardo unos cuantos en mi memoria para narrar a mis hijos si los tengo algún día.  
Leo  historias, y sigo mi vida mágica, disfruto los instantes de la vida, con los pies muy bien puestos en la tierra. ha! además disfruto del pesado de mi hermano que ya tiene 16 años y es un super buen tipo.




sábado, 9 de abril de 2011


El Columpio




Cada día, al oir a los pajarillos cantar, corro  por los pasillos, abro los ventanales de mi  casa en el campo llena de flores, y me  siento  debajo del jacarandá para oir el canto de los pájaros.  Me quedo largo rato  tendida sobre los pastos secos, conversando con cada uno de los silvidos que omiten los gorriones, los trailer, las torcacitas y otros pájarillos que acechan por la mañana en  mi  ventana, haciendo sus nidos y despertando a  mi marido. A veces, aunque llueve, corro detrás de las torcacitas que visitan mi jardín ,  familias enteras, formadas del más grande al más pèqueño,y cuidándose mutuamente. Es increíble la vida de los pájaros, ellos, son increíbles, ojalá nosotros fuéramos la mitad de inteligentes. Los días en que amanezco con pena, esa pena sin razòn, pienso en  mis pajaritos, me siento casi una torcaza cuando pienso en mis hijos, los  que ya no son pequeños, se han ido a la ciudad a cuidar de su propia vida, aquella que avanza igual que las páginas de un  libro, mientras más disfrutamos la lectura , más rápido avanza. Todo lo bueno y agradable debiera de ser eterno digo yo, pero eso es imposible,  por qué cuando somos jóvenes queremos que la vida pase rápido?, es más, ni siquiera tenemos la conciencia de la vida, de que termina en algún momento , de que somos vulnerables. Cuando somos pequeños todo se nos hace eterno , y cuando nos damos cuenta de lo que es la vida, cuando llegamos a entender , y aprender de las cosas que hicimos mal, ya es  cuando estamos maduros, y digo, sí que somos cabeza dura no?,  y ahí recién sentimos con una verdadera conciencia de que la vida ha sido tan corta, y tan rápìda...pero, a pesar de eso, a veces me pongo a pensar, y hago un reconto de mi vida y fácilmente de tanta cosa que he vivido, ha sido más que larga y agradezco por eso, pues, siento que sin ser presumida, he aprendido bastante de ella.,  y , al pasar los días, los instantes, y los momentos, y los acontecimientos que trae esta llamada vida, a veces , en las mañanas mientras rezongo entre bostezo y bostezo porque debo levantarme, me pongo a recordar, dejando un par de minutos para compartir conmigo misma pasajes convertidos en peliculas de mi vida.
Recuerdo que debo haber tenido unos 8 años, y mi padre nos leía libros de las" Mil y un Noches", libros que en su texto para mayores de 21 años,- por supuesto no eran para una niña de 8-, él se las arreglaba  para convertir los episodios en aventuras infantiles.- Aquella  rutina, la que era cada noche, nunca terminaba  para mí, eran eternas, no tenían tiempo, así como era mi madre siempre joven y mi padre siempre alegre.  Nada es atemporal, sólo las películas  los libros,la ficción y la fantasía, como esta que hoy les quisiera narrar..



 Mi padre decía, acostúmbrate a cantar cada vez que toques un instrumento, en este caso tu guitarra... yo tenía 8 años.

I

 Mi sandalia vieja se me salió, y  quedó atrás , debajo de la mesa de la cocina, el gato escapó con ella, nunca más veré mi sandalia, y tanto que me gustaban pensé en aquel instante.  Entré  a mi piecita, una pequeñita, igual que yo, tenía un color azul,el que me encantaba,  mis muñecas , cochecitos , libros de cuentos, Pequeñas Lulú, La Zorra y el Cuervo, Tobi , El pato Donald, Libros de canciones, y muuchos  osos de peluche de diferentes colores que se mimetizaban entre el azul, sobresaliendo a veces uno que otro juguete como si fuera en 3ra  dimensión, era como entrar al cielo, y eso me gustaba..Pero lo que más yo adoraba, era sentir a mi abuela cuando me llevaba el desayuno, pancito tostado y milo con leche. mmmmm que sensación más rica! nunca la olvidé, siento el aroma del milo cuando se lo preparo a mi hijita Amanda, -de quien les contaré más adelante,- y me transporto a ese tiempo, sintiendo claritas las chancleteadas de mi abue.

  Miré por la ventana, y ahí estaba mi gato, lamiéndose las patas, ahí estaba bajo la luz de luna, le brillaban sus ojitos cada vez que volteaba su cabeza para mirar a otros de su especie. Me quedé contemplándolo ,  de rabillo de ojo mirando hacia el patio, donde la luna también iluminaba parte de las hojas de la higuera donde mi padre había confeccionado un columpio tan largo ,pero tan largo, que cada vez que me columpiaba sentía que el cielo topaba con mis pies ,los que al mecerme  hacia arriba y hacia abajo, estiraba con fuerza , punteando el espacio queriendo tocarlo..
En los días de sol, mi abuela dejaba secar los choclos, los colocaba en el techo, o mejor dicho, los tiraba, y decía que luego, cuando estuvieran secos haría polenta...con lo que me gustaba la polenta!. Allí cerca de donde mi abuela tiraba los choclos, en un techo de zinc,.detrás de mi higuera, había una muralla de adobe,con lindas tejas que  sí  las quisieran los que hacen casas!, aquella muralla blanca, la que alcanzaba a ver desde mi ventana, cada vez que la luna iluminaba, a mi me parecía que era más blanca y brillante, pero la verdad, nunca me llamó la atención hasta un buen día.
Amanecí un domingo, cantando, siempre lo hacía, jugué toda la tarde, después de almorzar la polenta de mi abuela, puaj!.  Esa tarde me columpié mucho, hasta quedar con mi estómago tan revuelto que corrí hacia el baño y se podrán imaginar que pasó.
Pasó el día, el domingo, el que fue eterno para mí. Eran ya las 9 de la noche, tenía que ir a la cama, cepillé mis dientes, arreglé mi bolsón y me acosté mirando otra vez la luna, y también a mi  gato , que estaba en el techo y que nuevamente lamía sus patas mirando de un lado a otro con una tranquilidad  y serenidad,    que sólo los gatos transmiten con su infinita indiferencia.  Nada más al pegar un ojo, me sobresaltó un ruido, venía del patio; y, al principio creí que eran los movimientos de más gatos rondando, !ay dios mio! que querrán estos gatos me dije?, tal vez un poco de leche les contentará y así no molestan a mi "sorete",- pobrecito, nombre que le fuí a dar!, - después de grande supe el significado de aquel nombre....ejemmm, "no les diré aquí , sólo busquen en algún diccionario ".
Saqué unpoco de leche del refrigerador, sentía mis pies tan helados que quise volver a mi cama, abrí la puerta que daba al patio, y sentí cómo el barro , el que se había formado a la salida gracias a una llave goteando, cómo traspasaba entre mis dedos resbalándose por mis plantas de pies impidiendo que mi caminar fuera más fácil y liviano. Mi " Sorete"  no estaba, ni tampoco los otros gatos, estaba todo en silencio, ese silencio de los años 60 que ya nunca volverán a sentirse en la capital.  Como no ví nada,  comencé a volver  a mi cama, caminé con dificultad, ya que mis pies estaban aún llenos de barro, y ni pensar cuando mi madre los viera al otro día cuando me levante al cole y descubriera las sábanas inmundas. Al volver, atisbé algo que brillaba cerca de la higuera, con mi corazón saltando de susto  y con tanto nervio que casi me hice, quise ir a ver qué era lo que brillaba. Llenando más aún mis pies de lodo y tierra, fuí  fisgona a descubrir mi duda. Entre las hojas de higuera, e higos rociados por doquier, asomaba un zapatito café brillante. Era un zapato extraño, pequeño, que nunca ví ,  en lugar de cordones tenía broches amarillos,  era largo en la punta y muy pero muy roto. Seguí inspeccionándolo ,  adentro, un papelito  decía " "Te espero en el cielo".

II

Que frágil es la vida, además de rápida, de un momento a otro nos cambia. Hace unos días lloré mucho, recibí la noticia de la muerte de un gran amigo...él junto a su señora vendrían a mi casa dentro de 3 días., desde que salieron de vacaciones.  Hace tiempo que no lloraba, pues, ese día lo hice..tal vez, los que emprenden antes el vuelo, son libres como los pájaros, son enviados o,  elegidos?.
Y si pudiéramos volver atrás, tal vez haríamos mejor las cosas,  pero no resultaría porque de lo vivido es lo aprendido, y el último tiempo que nos queda debemos hacer las cosas ya aprendidas y terminarlas a la perfección.
Hoy no andan las torcacitas, pero llegaron los pecho colorado que combinan su cantar con sus coqueteos , piando y cantando, pareciera que el amor es lo único que existiera para ellos, vuelan en pareja y danzan en el aire...observen a los pájaros, ellos entregan tranquilidad, alegría e incertidumbre., son maravillosos los pájaros. Hoy no llegaron los pajaritos, está lloviendo mucho, quizás donde aparcan, donde moran, donde emprenden el vuelo, quizás algunos mueren ...quizás siguen volando pero más profundamente hacia el cielo.
En el sur, donde hoy  vivo, aún el aire es purito, aún se pueden desarrollar sueños, disfrutar a la familia, y hacer lo que me viene en gana, yo me hago mi tiempo y siento que el día es un poco más largo, me da el tiempo para observar a lo pájaros , ellos se enamoran, flirtean, se besan y vuelan,libres. Cada día aprendo algo, de todo lo que me rodea , y eso me hace convencerme aún más, que podemos decidir ser felices si queremos.

III

Sentí un torrente de hielo por mi espalda, y otra vez ganas de irme al baño, pero no pude dar un paso ni atrás ni adelante, era como estar pegada al suelo, mis pies llenos de barro se hundían cada vez en la tierra como si me tragara, y lo peor, recuerdo que  no podía tampoco abrir mi boca para llamar a mi mamá, o por lo menos gritar , pues el terror invadía mi cuerpo y mi pequeño corazón brincaba como si se fuese a  escapar de mi pecho.
Solté el zapato, más bien se cayó de mi mano, pues ya en ese rato estaba casi paralizada. Mis ojos brillaban con la luz de la luna, y era lo único  que podía  mover de un lado a otro. Miré hacia abajo, y el zapato estaba aún allí, el papel asomaba lleno de barro,pero lentamente fue haciéndose más nítido, como si algo o alguien estuviese limpiándolo. Seguí observando con miedo ya un poco más calmado, mientras sentía como rosaba mi pierna desnuda un dobles de aquel papel escrito subiendo por la orilla de mi cuerpo hasta llegar a mis ojos frente a frente .  Se abría inmenso un largo papel ante mí, como un pergamino de la época del Príncipe Valiente, el que con mi dificultosa lectura primaria leí lentamente, dándome éste el tiempo necesario para leer, como si él adivinara que a mi corta edad leería con bastantes sobresaltos de puntos y comas.

Te espero en el cielo,  sube al columpio
no tengas miedo, emprende el vuelo
pero....canta cuando vayas subiendo


IV


Ultimamente he estado bastante floja en mis cosas, miro mis pinturas y pareciera que me miran diciéndo....píntame por favor, voy a mi guitarra y ella pareciera que tuviera ojos, y que sentadita en su atril, me esperara pacientemente.  Estoy segura que es cosa de darme un pequeño esfuerzo, así como es para todas las cosas en la vida, sólo un esfuerzo y ya estoy pintando, y ya estoy cantando, y ya estoy escribiendo...ultimamente he estado floja, pero de mí, no de mi ángel, mi hija mayor que me llena la vida. Como dije antes, decidí ser feliz, hace ya bastante tiempo, y con esa decisión he cambiado mis colores de oscuros a claros, de negros a blancos, de sepia a amarillos,  y, así, sin saber, sin siquiera darme cuenta, he llegado a una de mis mejores etapas, para mí, la última subida a la cúspide de la vida.  La vida y sus tramos, la vida y sus dulces y agraz, la vida y sus enseñanzas, la vida y su avanzar, la vida y su aprender,  la vida y tu tolerancia , la vida y su inexorable caminar.


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Logré sacar uno de mis pies , pues el barro ya lo tenía totalmente hundido.  Me quedé sin un calcetín, ya que mi madre solía acostarme con ellos por mis pies delicados,ella, mi madre,  antes de acostarme, los  untaba cuidadosa y cariñosamente con crema , para luego  envolver con el calcetín y dejar que la crema actuara hasta el otro día, pero bueno, eso ya no resultaría esa noche, ya que estaba destinada a que el barro y la tierra hiciera estragos en mis pobres pies.
Quise nuevamente gritar a mi madre, o por lo menos decir EYYYY!!!, pero increíble! no me salía la voz!.  Miré hacia la pared con tejas, y divisé una pequeña cabecita, no supe si era un niño, una persona, o un animal, pero de algo estoy segura... era alguien o algo cercano a mi.
Caminando  sigilosa  hacia el columpio y recordando la leyenda del zapato con broches,  traté de visualizar a ese algo sentado en la pared, y me fui dando cuenta de que era una cabecita con dos cachos, pero, a más mirar no eran cachos, sino dos trencitas amarradas a los lados de cada oreja de una persona. Me acerqué más aún, ya no sentí miedo, saqué algunas  hojas de la higuera que me estorbaron el paso, y sentí cómo la luz de la luna iluminó mi rostro como si me lo hubiese convertido en plata.  Al darme vuelta para mirar a esta persona de nuevo , ésta ya no estaba, en su lugar había un pájaro.



Me desperté temprano ese día de Diciembre, tendría visitas a almorzar y no debía atrasarme. Busqué algo de ropa en mi armario, algo que combinara con una blusa que jamás me ponía, una de color verde, color que encontraba no resaltaba a mi tono moreno de mi piel, sino al contrario, me hacía ver más oscura y pálida.
El día estaba maravilloso, buen día para almorzar en el patio, debajo del parrón. Armaría una mesa larga y esperaríamos a nuestros amigo que venían de la capital.
Mi esposo ya tenía la carne lista, debíamos ponerla 3 horas en el horno de barro. Corrí al baño, peiné mi poco cabello crespo, me maquillé , ruboricé mis mejillas y le dí carmesí a mis labios y me fuí junto a mi esposo para esperar a nuestros amigos con una copa del mejor vino.

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V

El  pájaro, el cual era de un  azul intenso,   pareciera que me miraba tan fijamente como casi un lanzador de cuchillos que tiene lista a su presa. Movió la cabeza de un lado a otro, abrió sus alas, que, hicieron saltar mi corazón cuando quiso volar, pues sus colores eran de un azul brillante, lo que alcancé a ver con el claro de luna que había esa noche de Diciembre...Diciembre?
El Pájaro azul , del cuento de Maurice Maeterlinck,  que mi papá también  nos contaba para quedarnos dormida había estado allí, en mi casa, bajo la Higuera sobre la pandereta de panes de adobe al final de nuestro pequeño patio.
Me quedé pensando, con análisis inconscientes de infancia, no supe que hacer, con mi pie´embarrado, sin calcetín y con el pijama absolutamente sucio. Qué haría!, no puedo ir a acostarme así!.  Me volvía buscar mi calcetiín, el que de pronto recordé que no existía...porque yo estaba descalza, pero,  estaba enterrado en el lodo,  no pude sacarlo,parecía estar incrustado en el barro, el que de a poco comenzó a formarse en tierra, y con mi calcetín dentro.
Todo era como si no hubiese habido nunca barro, ni charcos, ni pájaro, ni zapato con broches, era mi patio normal al cual la luna había dejado de iluminar.

Faltaba poco  para la pascua,  tendría mis primeros regalos en los pies de mi cama como era costumbre. El episodio del pájaro, del calcetín y el zapato quedaron atrás, ya habían pasado unos dos años, y  como niña , volví a mi vida de muñecas cuentos y juegos. Día a día mi imaginación crecía, armaba cuentos, canciones y bailaba durante el día.
La noche de Navidad, me dormí temprano, deseaba que mis regalos estuviesen pronto en los pies de mi cama. Mis padres daban vueltas por la casa. Mi padre fumaba en su escritorio, tenía que entregar una historia para el día hábil que se avecinaba. Mi mamá, limpiaba la cocina, con un tremendo terremoto de ruidos que al fin, me quedé dormida como si fuera ese alboroto de ollas unas dulces campanitas para mi dulce sueño.
Miré por mi ventana hacia el patio. Ahora se reflejaba la luna en la pequeña piscina que mi papá había construído junto a un maestro. Me quedé tranquila, mirando el cielo desde mi ventana. De pronto, tres golpes me hicieron saltar junto a los latidos de mi corazón. Miré, nadie. Me levanté descalza, era verano, llegué a la higuera y a la linda muralla de adobe, el columpio se movía como si un niño había abandonado recién el juego de columpiarse.






 (en construcción, imaginando para mi y para uds.)




 (en construcción, imaginando para mi y para uds.)

BIENVENIDOS

Los invito a pasear por mi mundo, este es el mundo de la pintura naif, y también el mundo de mis cuentos, donde la imaginación tal vez de infancia que quedó incrustada en mi , se presenta cuando tengo una tela en blanco delante mío, o cuando estoy con una sensación especial, y escribo en una hoja en blanco de mi cuaderno. Ojalá disfruten de mis cuentitos, no soy escritora,tampoco soy pintora, sólo es mi mundo, al que los instigo a entrar y disfrutar de un ratito de inocencia ,no olvidando que la imaginación es parte del buen vivir , de la alegría en el alma, y que acompañada de la creatividad, y de los colores, nace en mí un producto sano e infantil, el que comparto con mis hijos transportando el aprendizaje de la vida enseñándoles a ser personas sanas, creativas y tolerantes. Recuerden que si desean aumentar las pinturas, sólo deben hacer doble clic en ellas. Un abracito y que disfruten.

Mis cuentos

Te invito a mi mundo Naif. Un abrazo y espero te agrade este pequeño portal.